sin-ismos

miércoles, noviembre 29, 2006

woooow



señores... ya soy oficialmente "fotógrafa profesional"
mierda

viernes, noviembre 24, 2006

¿Dónde está Wally?


La última escena del libro "¿Dónde está Wally? el viaje fantástico" (el número tres, color amarillo) contiene cientos de Wallys idénticos desparramados en dos páginas.
Al verdadero Wally al que hay que buscar le falta un zapato. Yo nunca pude encontrarlo a pesar de las largas horas de obsesión desesperada, aunque tampoco permití que nadie me dijera dónde estaba. Fue la frustración de mi infancia, pero con el tiempo lo olvidé y hasta supuse haberlo superado años atrás, cuando le regalé toda esa serie de libros a mi hermana menor.

Hace un tiempo me encontré durmiendo envuelta entre las sábanas de Ezequiel, y para mi sorpresa ¡tenían esa escena dibujada!
Insomnios de búsqueda van a terminar separándonos.
Que alguien me ayude, necesito saber dónde está Wally!!!!!

jueves, noviembre 09, 2006

Desastre al Cubo

Tener que enfrentarse con una habitación desordenada, admitir que la situación es insostenible, y no saber por dónde empezar a acomodar... es un estado de incomodidad fatal, bastante difícil de abordar.
Si tan solo fuera la habitación y no mi vida entera....

jueves, noviembre 02, 2006

R o n d a

Ella cortó el silencio inicial del salón compartiendo con los demás la conversación mantenida con él el día anterior. Cuando hubo terminado de hablar acerca de la importancia de las palabras finalmente dichas, de la disolución del conflicto y del alivio que ello le había causado, pudo orgullosa agregar aquel tan merecido éxito a la lista imaginaria de "mis pequeños logros". A pesar de ello, no acababa de comprender aquella necesidad de catársis, aún sin dejar de estar inmersa en su solitaria reflexión.
Las respuestas de quienes atentamente habían escuchado el relato fueron positivas, y ella se vio contenida por sus tiernas sonrisas, poseída por la agradable sensación de que las reuniones de los miercoles valían la pena después de todo.

Entregó sus oídos a las historias que otros dejaban salir mientras flotaba en los nuevos interrogantes que se le presentaban. El sol entraba por la ventana y daba ganas de dormir la siesta, ella estaba cansada pero contenta, nunca se había sentido tan cómoda exponiendo sus más íntimas debilidades ante miradas desconocidas que se cruzaban en el medio del círculo que formaban las sillas.

Una ronda no es cualquier cosa.