sin-ismos

jueves, noviembre 02, 2006

R o n d a

Ella cortó el silencio inicial del salón compartiendo con los demás la conversación mantenida con él el día anterior. Cuando hubo terminado de hablar acerca de la importancia de las palabras finalmente dichas, de la disolución del conflicto y del alivio que ello le había causado, pudo orgullosa agregar aquel tan merecido éxito a la lista imaginaria de "mis pequeños logros". A pesar de ello, no acababa de comprender aquella necesidad de catársis, aún sin dejar de estar inmersa en su solitaria reflexión.
Las respuestas de quienes atentamente habían escuchado el relato fueron positivas, y ella se vio contenida por sus tiernas sonrisas, poseída por la agradable sensación de que las reuniones de los miercoles valían la pena después de todo.

Entregó sus oídos a las historias que otros dejaban salir mientras flotaba en los nuevos interrogantes que se le presentaban. El sol entraba por la ventana y daba ganas de dormir la siesta, ella estaba cansada pero contenta, nunca se había sentido tan cómoda exponiendo sus más íntimas debilidades ante miradas desconocidas que se cruzaban en el medio del círculo que formaban las sillas.

Una ronda no es cualquier cosa.

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