contradicción
M:- Qué hacés escuchando eso?
C:- Fue él, por él me gustan los redondos!
M:- ...
C:- Yo no quería... te juro, lo mio es Soda, vos ya sabes.
M:- ...
C:- Igual... ahora también lo quiero por eso.
Me muestra algo que siempre estuvo ahi y nunca me atreví a mirar.
Entonces de pronto veo,
y ya no puedo, ni quiero dejar de ver.
(el mundo ahora, es un poco más grande ante mis ojos, gracias.)
C:- Fue él, por él me gustan los redondos!
M:- ...
C:- Yo no quería... te juro, lo mio es Soda, vos ya sabes.
M:- ...
C:- Igual... ahora también lo quiero por eso.
Me muestra algo que siempre estuvo ahi y nunca me atreví a mirar.
Entonces de pronto veo,
y ya no puedo, ni quiero dejar de ver.
(el mundo ahora, es un poco más grande ante mis ojos, gracias.)
5 Comments:
At 24 septiembre, 2006 20:15, Lala said…
es sorprendente eso, Caro.
disfrutalo, esas sonrisas desprevenidas son las mejores.
besote!
At 25 septiembre, 2006 22:25, Juan Manuel Bruñol Silvani said…
Soda versus Redondos.
Una vieja pelotudez.
Juan Gris
At 26 septiembre, 2006 19:40, Caribe said…
je, exacto....
At 27 septiembre, 2006 16:21, Jonathan said…
De niño me consideré afortunado en apreciar las poesías de ambos intérpretes, ambos crudos y a su manera, es imposible enfrentarlos, ya que es imposible compararlos.
Y qué si en mi mp3 hay temas de Metallica y de Piazzolla a pequeños pulgarazos de distancia?
Podría cerrar el comentario diciendo que la música se siente y no se piensa, pero tengo miedo que un filósofo pasajero me tire un piedrazo.
At 28 septiembre, 2006 01:47, Caribe said…
jony jony... mi blog no admite piedrazos.... queria que lo supieras... :)
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